empece a rodar como terapia contra sentirme solo, en una bici de una sola velocidad; ahora, dependiendo de la ruta, cambio las velocidades y disfruto por igual las subidas y las bajadas del camino y de la vida...
Después de las vacaciones de semana santa, y de muchos dias de no hacer nada, regresan los lunes de rodar tranquilo, hasta coyoacán, cenando en los tacos chupacabras y toreando a la autoridá con la cerveza en mano en plena plaza...